Campos de Flor de Lavanda

We are in Brihuega, province of Guadalajara, just over 45 minutes from Madrid. There, just these days, the field turns blue. July is the moment of maximum flowering of the almost 1,000 hectares of lavender plantation that surround the town and its region and what began as a familiar and local party in the evening in which the beginning of the harvest was celebrated, Six years in an entire Festival open to the public. And it is that long ago, this was a village of the Alcarria, farmers and farmers, with a small industrial touch, to be the headquarters of the Royal Cloth Factory, active and in production until after the Spanish Civil War. Then everything began to decay, and the people, to leave. It was then that Andrés Corral, a third-generation farmer from the area, made a trip to France, specifically to Provence, and there discovered the lavender fields and their enormous possibilities. He understood that this plant was the ideal one to cultivate in its town, because it had the perfect characteristics so that it would be well and almost 30 years ago that they took the step, convincing to its three brothers and to a perfumer, Emilio Valero, nose of Loewe, highly Considered in the world of perfumes and all of them went together to the adventure dedicating no less than 600 hectares to the cultivation of the lavender and the lavandina (today they are already close to a thousand) and also constructing a distilling plant of the essence of the lavender Which produces no less than 10% of world production and is considered to be the best equipped in Europe. Estamos en Brihuega, provincia de Guadalajara, a poco más de 45 minutos de Madrid. Allí, justamente estos días, el campo se vuelve azul. Julio es el momento de máxima floración de las casi 1.000 hectáreas de plantación de lavanda que rodean el pueblo y su comarca y lo que empezó siendo una fiesta familiar y local al atardecer en la que se festejaba el comienzo de la recolección, ha derivado desde hace seis años en todo un Festival abierto al público. Y es que hace ya mucho tiempo, éste era un pueblo de la Alcarria, de ganaderos y agricultores, con un pequeño toque industrial, por ser sede de la Real Fábrica de Paños, activa y en producción hasta después de la Guerra Civil española. Luego todo comenzó a decaer, y la gente, a marcharse. Fue entonces cuando Andrés Corral, un agricultor de tercera generación de la zona, hizo una escapada a Francia, concretamente a la Provenza, y allí descubrió los campos de lavanda y sus enormes posibilidades. Comprendió que esta planta era la idónea para cultivarse en su pueblo, pues reunía las características perfectas para que se diera bien y hace casi 30 años que dieron el paso, convenciendo a sus tres hermanos y a un perfumista, Emilio Valero, nariz de Loewe, altamente considerado en el mundo de los perfumes y todos ellos se lanzaron juntos a la aventura dedicando nada menos que 600 hectáreas al cultivo de la lavanda y la lavandina (hoy ya son cerca de mil) y construyendo también una planta destiladora de la esencia de la lavanda que produce nada menos que el 10% de la producción mundial y que está considerada como la mejor equipada de Europa.